Concepto de fotografía artística
Muchos
hablan de que la fotografía en sí es un arte. Se dice que el fotógrafo es aquel
ser sensible que está en contacto con la cultura visual, y que la reproduce en
sus fotografías, como la etimología lo indica “escribe con luz”.
La fotografía como arte, ha pasado a convertirse en uno de los campos más socorridos ya que únicamente se necesita de un equipo fotográfico para su práctica.
La fotografía como arte, ha pasado a convertirse en uno de los campos más socorridos ya que únicamente se necesita de un equipo fotográfico para su práctica.
En cuanto un
individuo toma una cámara, el universo de creaciones posibles se dispara. Desde
la fotografía del recién nacido hasta el paisaje, una multitud de temas clichés
llenan los ordenadores de cientos de “artistas”, pero en sí…
¿a qué le
podemos llamar fotografía artística?
Qué es una fotografía artística
En sencillas
palabras es aquella que integra los componentes de una obra de arte. Tratar de
definirlos sería muy complejo para un espacio tan reducido, pero se puede
categorizar a dos categorías principales: el dominio técnico y su contenido.
A través del
desarrollo de ambas cualidades, la obra de arte en general puede juzgarse tanto
por su nivel de dificultad (en tanto a su realización) como su profundidad
conceptual.
Qué es una buena fotografía
Qué es una buena fotografía
Juzgar una
buena fotografía resulta en apariencia algo muy complejo. Cualquiera diría que
una foto que se ve bien, “bonita”, es una buena fotografía.
La
fotografía, en tanto inmersa en las artes visuales, sufre hoy día de una gran
mediocridad y simplismo. Anne-Celine Jaeger, investigadora de arte, menciona en
el libro Creadores de imágenes que el ojo debe entrenarse como cualquier otro
músculo, como cualquier otro sentido. Solo se puede juzgar, y por ende
producir, si se posee una mirada sensible y formada, que nos enfrente a la
mayor comprensión de las imágenes y a la vez de su disfrute, más allá de gustos
personales, o de criterios tan arbitrarios como “bonito” o “feo”.
Como
menciona Anne-Celinne, la fotografía tiene que ver con la manera de ver las
cosas, y poco con las cosas que ves. El problema no está en los temas que se
traten, sino la manera común de tratarlos, su poca carga de sentido, el poco
asombro con que el espectador los recibe, y los desecha.
Una buena
fotografía es aquella que el fotógrafo logró de manera consciente y que deriva
de un proceso de observación y reflexión respecto de algo. En muchas ocasiones
los artistas confiesan que sus obras terminaron siendo otra cosa diferente a lo
que habían pensado, esto se debe a que al momento mismo de la creación de la
obra el artista reflexiona y como conclusión, obtiene otro producto. Se trata
de estar ahí, y lograr sublimar los instantes.
Cómo hacer fotografía artística
El artículo
Introducción a la fotografía menciona que existen tres tipos de fotógrafos. El
amateur, el técnico y el artista.
En sí, la
fotografía artística se basa en una correcta combinación de la técnica y el
concepto. El artista, al contrario del técnico, busca romper con clichés y se
atreve a explorar, porque, como menciona el fotógrafo Elliot Erwitt, hacer
fotografía “consiste en buscar algo interesante en un lugar común y corriente”.
La fotografía
artística, más allá de su belleza estética debe desembocar en un pensamiento;
suscitar una reacción. Plantear preguntas. Debe quedarse en la cabeza de quien
la ve, debe transmitirle algo. De otra manera será otra más de las miles de
imágenes que se pasan por alto día a día.
Cómo se forma un fotógrafo
La única
manera de formar un fotógrafo artista es a través de la preparación. Este debe
conocer no únicamente de la técnica fotográfica, sino sus conocimientos deben
incluir filosofía, antropología, sociología, moda, literatura. El fotógrafo
artista conoce a profundidad la cultura visual de su época, pero también sabe
de la historia del arte y de cultura en general. Esto le permitirá anclar un
sin número de referentes, seguir sin número de huellas que le ayuden a
comprender mejor la práctica artística fotográfica, y de paso a sí mismo.
Como
menciona el fotógrafo Thomas Demand “Si juegas al ajedrez, al principio te
contentas con mover las piezas según las reglas. Una vez que sabes hacerlo,
deja de parecerte interesante”.
El fotógrafo
artista deja que su obra hable sola. No necesita de explicaciones. Si bien en
ocasiones algunos presentan tendencias mucho más abstractas que otros, el punto
clave radica en su construcción, de qué manera la fotografía habla, de qué
manera cobra vida
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